Reportaje

ANÁLISIS: México se debilita con el show de ‘hombre fuerte’ de AMLO

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ANÁLISIS: México se debilita con el show de ‘hombre fuerte’ de AMLO

Es probable que AMLO elija a dedo a su sucesor eligiendo al candidato presidencial de su partido, Morena. Sus «reformas» electorales podrían entonces ayudar a amañar las elecciones.

Gideon Rachman | Financial Times

A Andrés Manuel López Obrador no le gusta salir de su tierra. El presidente de México se salta las cumbres del G20. En parte como resultado de ello, AMLO, como se le conoce a menudo, tiene un perfil internacional mucho más bajo que otros líderes hombres fuertes – como Recep Tayyip Erdoğan de Turquía o Narendra Modi de la India.

Sin embargo, en su país, López Obrador domina la escena política tanto como un Erdoğan o un Modi. Empieza cada día de trabajo con una rueda de prensa a las 7 de la mañana que suele durar horas. Desde el podio presidencial, le gusta denunciar a sus enemigos como una élite «neoliberal» corrupta, que trabaja en contra de los mexicanos de a pie. Como presidente, López Obrador ha socavado las principales instituciones del Estado, expulsando a funcionarios independientes, promoviendo a leales y partidarios y denunciando a los jueces que le desagradan.

El estilo político errático y egocéntrico de López Obrador ha alcanzado ahora una fase verdaderamente peligrosa. El domingo, cientos de miles de manifestantes protestaron en todo México contra una nueva ley, promovida por el presidente, que reducirá la financiación del Instituto Nacional Electoral, encargado de las elecciones en el país.

En México, la semana pasada, me encontré con la práctica unanimidad entre académicos, empresarios y comentaristas políticos de que la democracia del país está ahora en peligro real. «AMLO ha hecho muchas cosas malas», comentó un destacado empresario, «pero ésta es la peor, la más peligrosa, con diferencia».

Es poco probable que el propio López Obrador se beneficie directamente de estos cambios. La Constitución mexicana limita el mandato de los presidentes a seis años, y se da por hecho que dejará el cargo el año que viene.

Pero es probable que elija a dedo a su sucesor eligiendo al candidato presidencial de su partido, Morena. Sus «reformas» electorales podrían entonces ayudar a los funcionarios locales de Morena a amañar las elecciones. Esto devolvería a México al sistema corrupto de partido único y elecciones amañadas que asoló el país durante la mayor parte del siglo XX.

Ese tipo de regresión sería una tragedia para México y una amenaza para Estados Unidos. Un retroceso hacia la corrupción y la autocracia es lo último que necesita México, que lucha contra la violencia relacionada con las bandas y el narcotráfico, que ha causado 420.000 muertos y más de 100.000 «desaparecidos» desde el año 2000. México tiene 132 millones de habitantes.

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La corrupción generalizada es ya un grave problema en los gobiernos locales, donde los funcionarios se enfrentan a menudo a la disyuntiva de elegir entre plata o plomo. El vaciamiento de las instituciones federales de México permitiría a los cárteles de la droga, bien financiados, hacerse con un control aún mayor del país.

Una mayor erosión del Estado de Derecho también dificultaría en gran medida que México atrajera inversiones. Sería una gran oportunidad perdida, en un momento en el que muchas multinacionales estadounidenses quieren deslocalizar su producción de China.

Para Estados Unidos, un Estado mexicano que funcione es crucial para controlar la frontera sur y acabar con el tráfico de personas y drogas. La mortífera epidemia de fentanilo en Estados Unidos está estrechamente relacionada con el aumento de la producción de esta droga en México.

Las drogas, los inmigrantes y la seguridad fronteriza serán probablemente temas cruciales en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024. La administración Biden necesita imperiosamente la cooperación de México en todos estos temas y por ello se ha inclinado por no hacer aspavientos sobre la erosión democrática en México. El presidente Joe Biden realizó una cordial visita a López Obrador en Ciudad de México el mes pasado. Pero si Estados Unidos hace la vista gorda ante lo que está ocurriendo allí, es probable que se lleve algunas sorpresas desagradables.

Un factor que hace más fácil descartar los peligros que plantea López Obrador es que, como reconocen incluso sus críticos, es popular y cuenta con unos índices de aprobación de alrededor del 60%. Su don para el gesto populista -recortarse el sueldo y tomar vuelos en clase turista- bruñen sus credenciales de hombre del pueblo. El aumento de las prestaciones sociales y de las pensiones le sienta bien.

También es cierto que López Obrador ha evitado el autoritarismo manifiesto. En México, los periodistas y académicos críticos no suelen ser detenidos o encarcelados, como ocurre en otros Estados de mano dura.

Sin embargo, suele denunciar a sus críticos por su nombre en su conferencia de prensa matutina. Los comentaristas a los que señala suelen recibir una oleada de amenazas. Ciro Gómez Leyva, destacado periodista señalado por el presidente, fue recientemente objeto de un intento de asesinato. Más de 40 periodistas han sido asesinados durante el mandato de López Obrador. México está considerado como uno de los países más peligrosos del mundo para los reporteros.

Tras las manifestaciones de este fin de semana, es probable que el ambiente político en México se caldee aún más. Los opositores a la ley electoral se aferran a la esperanza de que el Tribunal Supremo la anule. Pero, para ello, ocho de los once magistrados deben declararla inconstitucional. Se cree que dos de los magistrados son leales a López Obrador y que otros dos simpatizan con él. Será reñido.

López Obrador quiere ser uno de los presidentes más significativos de la historia de México, el arquitecto de una «cuarta transformación» a la altura de la Guerra de Independencia, la Guerra de Reforma de 1858-61 y la Revolución Mexicana de la década de 1910. Si logra socavar fatalmente las instituciones democráticas de México, López Obrador pasará a la historia por las peores razones.

Este artículo fue publicado por Financial Times, con el título ‘Amlo’s strongman act is weakening Mexico‘.

 

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