Aseguran que Iván Márquez sucumbió a la paranoia y huyó a un nuevo escondite en Venezuela
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El resguardo militar chavista ya no garantiza la seguridad del comandante narcoguerrillero a pesar de que Maduro ordenó ofensivas en Apure contra las filas de sus rivales de otras disidencias de las FARC.
Redacción | Primer Informe
La salud mental de Iván Márquez estaría deteriorándose aceleradamente. El líder de la disidencia de las FARC conocida como la «Segunda Marquetalia», tuvo que cambiar su escondite en Venezuela. El asesinato de sus tres lugartenientes el año pasado lo ha vuelto paranoico y desconfiado.
La Segunda Marquetalia está en guerra contra otras disidencias de las FARC que lideran Iván Mordisco y Gentil Duarte. En medio de ese conflicto por el control de negocios ilegales (cocaína, tráfico de oro) cayeron el año pasado Jesús Santrich, el Paisa, y Romaña.
El miedo obligó a Márquez a huir desde el estado Apure. Allí, operaba en la población de Elorza, muy cerca de la frontera con Colombia. En esa localidad, se movía con tranquilidad.
A pesar de contar con el apoyo de la Guardia Nacional Bolivariana, el líder narcoguerrillero está tan paranoico que dice ante sus lugartenientes que «no confío ni en mi sombra”. Asegura que a su grupo lo traicionaron.
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Ahora, se movió a la región de la Guajira, en el lado venezolano. Una zona en la que las FARC cuentan con un tradicional apoyo.
En el Zulia, dicen las fuentes, Márquez vive como un prisionero. «No tiene libertad, y la paranoia, luego de la muerte de sus lugartenientes, lo tiene aislado». No usa equipos electrónicos ni deja que sus allegados los usen. Imparte las órdenes a través de correos humanos. Piensa que lo vigilan desde satélites y al sentirse acorralado se mantiene encerrado en su guarida.
Una «purga» en la Segunda Marquetalia
Internamente, Márquez hizo una purga en sus filas. De acuerdo con el reporte de Semana tras un «consejo de guerra» , fusiló a los equipos de seguridad de sus compañeros caídos. «A otros los amarraron y los tiraron al río«, afirma el medio citando fuentes venezolanas.
De esa manera, envió un mensaje «ejemplarizante» a las filas. Al mismo tiempo, sembró desconfianza y temor en las filas del grupo.
En cuestión de días armó su plan de fuga y recurrió a las caletas de la Segunda Marquetalia que son de millones de dólares en efectivo. También tomó el arsenal sepultado y emprendió la huida. Igualmente, hizo alianza con el ELN, sus antiguos enemigos.
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Apoyo militar madurista
La alianza ELN-Segunda Marquetalia se reunió con delegados del régimen de Maduro. Presionaron pidiendo operaciones militares de gran escala contra los grupos de Gentil Duarte e Iván Mordisco. A ese pedido se debería el reciente despliegue militar chavista en la zona manchado por denuncias de abusos.
«A tal punto ha llegado la articulación que Márquez habría usado su dinero ilegal para financiar operaciones de la Guardia Bolivariana«, dice Semana. En Colombia es claro que los bombardeos contra las disidencias han sido realizados justamente por fuerzas oficiales del país vecino.
Márquez, sin embargo, sigue al frente de las operaciones narcotraficantes de la Segunda Marquetalia. Mantiene los negocios con los carteles mexicanos. El dinero que genera le permite mantener la alianza con militares venezolanos y el ELN.
Con información de Semana.
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