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Lula declaró que la supuesta trama golpista es un «hecho concreto» y que no habría ocurrido sin la participación de Bolsonaro.
Redacción | Primer Informe
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó al expresidente Jair Bolsonaro que entregara su pasaporte, lo que efectivamente lo atrapó en el país, como parte de una amplia investigación sobre un presunto complot de “golpe de estado” tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2022.
La medida es parte de una amplia operación conocido como Operación Tempus Veritatis (“Operación Tiempo de la Verdad”). Según se informa, la policía se apoderó del pasaporte de Bolsonaro en su oficina ubicada en la sede del Partido Liberal (PL) en Brasilia el jueves al mediodía hora local.
La orden judicial que exige que Bolsonaro entregue su pasaporte fue emitida por el ministro del (STF) y “cruzado contra las noticias falsas” Alexandre de Moraes. La operacion dice desmantelar una supuesta “organización criminal” que actuó para mantener a Bolsonaro en el poder mediante un golpe de estado tras su derrota en las elecciones de octubre de 2022.
Según la orden judicial de de Moraes, Bolsonaro y sus aliados, después de los resultados de las elecciones de 2022, supuestamente prepararon un «golpe» a través de un supuesto decreto que contenía disposiciones para el arresto de de Moraes junto con otros miembros del STF y otras autoridades locales, así como la convocatoria inmediata de nuevas elecciones.
La orden judicial también habría afirmado que Bolsonaro y sus aliados estaban vigilando activamente al propio de Moraes y que Bolsonaro decidió personalmente arrestar al ministro del STF antes de convocar nuevas elecciones.
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En la gran operación de la investigación, funcionarios de la Policía Federal Brasileña (PF) llevaron a cabo 33 órdenes de registro e incautación el jueves por la mañana, así como cuatro órdenes de detención preventiva y 48 medidas cautelares diferentes.
La lista de objetivos, encabezada por Bolsonaro, incluye a algunos de sus exministros y militares, así como a antiguos asesores durante su presidencia. Las medidas cautelares incluyen, según se informa, la prohibición de que los señalados mantengan contacto entre sí, la prohibición de salir de Brasil y la suspensión del ejercicio de funciones públicas.
Valdemar Costa Neto, jefe del Partido Liberal (PL) de Bolsonaro -y que no figuraba entre los cuatro con orden de detención a su nombre- fue, sin embargo, arrestado por la presunta posesión ilegal de un arma de fuego, un cargo no relacionado.
Dos ayudantes de Bolsonaro, Filipe Martins y el coronel del Ejército Marcelo Câmara, habrían sido detenidos durante la operación del jueves.
La Policía Federal de Brasil acusó el jueves a Costa Neto de utilizar al Partido Liberal para financiar el supuesto intento de golpe de Estado e invalidar la victoria del presidente de izquierda radical Luiz Inácio Lula da Silva, elegido para un tercer mandato en 2022 tras derrotar por un estrecho margen a Bolsonaro por menos de dos puntos porcentuales.
Según la orden judicial de de Moraes, el partido fue utilizado para financiar una «estructura de apoyo a las narrativas que alegaban fraude en las urnas electrónicas, para legitimar las manifestaciones que tuvieron lugar frente a las instalaciones militares.»
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La orden judicial afirmaba además que la demanda presentada por el PL en noviembre de 2022 para impugnar los resultados de las elecciones formaba parte de la supuesta estrategia golpista. En aquel momento, el Partido Liberal argumentó que había irregularidades en algunas de las máquinas de votación electrónica utilizadas en las elecciones que podrían haber afectado a los resultados finales. De Moraes rechazó la demanda e impuso al Partido Liberal una multa por «litigio de mala fe» de 22,9 millones de reales brasileños (4,27 millones de dólares).
Lula declaró este jueves en una entrevista radiofónica que la supuesta trama golpista es un «hecho concreto» y que no habría ocurrido sin la participación de Bolsonaro.
«El ciudadano que estaba en el Gobierno [Bolsonaro] no estaba preparado para ganar, no estaba preparado para perder, no estaba preparado para irse. Tanto es así que ni siquiera tuvo el coraje de entregarme la banda, lloró y se fue a los EE.UU. porque debe haber participado en la construcción de este intento de golpe. Así que esperemos las investigaciones», dijo Lula.
El presidente brasileño se declaró defensor de la presunción de inocencia en relación a Bolsonaro, algo de lo que afirmó carecer durante sus múltiples condenas por cargos de corrupción -todas ellas anuladas por el STF por motivos procesales en 2021, lo que le permitió presentarse de nuevo a la presidencia en 2022.
