A Putin también lo abandonó la tripulación de su superyate
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El personal, que también formaba parte del Servicio de Protección de Rusia, la fuerza que cuida a Putin, decidió abandonar, sin aviso, sus puestos de trabajo dentro de la lujosa embarcación.
Redacción | Primer Informe
La tripulación rusa de un misterioso y lujoso yate que, según Estados Unidos, sería propiedad de Vladimir Putin, dejaron sin aviso sus puestos de trabajo, abandonando la embarcación valorada en 700 millones de dólares.
El yate se encontraba desde hace un par de semanas en la ciudad costera de la Toscana, recibiendo reparaciones. Los miembros de la tripulación habían estado fijos en el pequeño puerto de Marina di Carrara desde el otoño del 2020, cuando el yate de 459 pies de largo, nombrado Scheherazade, llegó a un dique seco menos de cuatro meses después de ser construido.
Sin embargo, públicamente, no se ha identificado a ningún propietario.
Paolo Gozzani, líder local del sindicato Confederación General del Trabajo de Italia, dijo que los rusos del barco «fueron reemplazados por una tripulación británica». «No sé y no me importa si el yate es realmente de Putin o no, pero me preocupan las repercusiones en los trabajadores del astillero si la policía incauta o confisca el barco».
Los trabajadores del astillero y los visitantes habituales de su salón privado confirmaron que los rusos supervisaban habitualmente los trabajos realizados en el yate y pasaban las noches jugando billar y bebiendo.
El yate tiene dos cubiertas para helicópteros, una piscina con una cubierta retráctil que se convierte en una pista de baile y un gimnasio.
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Las conclusiones de Navalny
La propiedad real del Scheherazade se mantiene oculta por varias empresas ficticias. Funcionarios estadounidenses dijeron este mes que encontraron varios indicios de que el superyate estaba vinculado directamente a Putin, pero no dieron más detalles.
Por su parte, el equipo de investigación de Aleksei A. Navalny, líder opositor ruso encarcelado y condenado por el gobierno de Putin, publicó un video sobre el tema. En el audiovisual sostenían que, basándose en un manifiesto de la tripulación de 2020, una docena de los miembros rusos de la tripulación del superyate trabajaban en el Servicio Federal de Protección de Rusia o estaban conectados conesta institución.
El grupo de Navalny llegó a la conclusión de que el superyate debía pertenecer a Putin o a alguno de sus ayudantes más cercanos.
El superyate en boca de Zelensky
Entrevistado por The New York Times, Guy Bennett-Pearce, capitán del yate, negó que Putin fuera el propietario de la embarcación. Sin embargo también se negó a dar el nombre del propietario. El capitán dijo que se reservaría los comentarios hast que terminen las investigaciones de las autoridades italianas, que llevan semanas investigando la propiedad del superyate.
Esta semana, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky dijo, en un discurso en el Parlamento italiano, que Italia debe impedir que los rusos pasen sus vacaciones en el país, así como congelar sus activos, cuentas bancarias y yates.
Zelensky dijo sobre los superyates que se deben decomisar «desde el Scheherazade hasta los más pequeños».
Italia congeló hasta el momento más de 800 millones de euros en activos de oligarcas rusos. Entre estos destacan tres yates y villas ubicadas en Cerdeña, Toscana, Liguria y la zona del lago de Como.
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