Los peores temores de «Otoniel» ahora que Duque firmó su extradición a EEUU
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El peligroso narcotraficante, considerado el mayor productor de cocaína del mundo, no quiere que lo envíen a un tercer país a menos que haya consentimiento de Colombia.
Redacción | Primer Informe
Finalmente, el presidente de Colombia, Iván Duque, firmó la extradición del jefe del Clan del Golfo, Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’ a Estados Unidos. Las fuerzas de seguridad colombianas lo habían capturado el pasado mes de octubre.
Duque lo calificó como «el peor narcotraficante y criminal de la historia reciente de Colombia». Y adelantó que la extradición ocurrirá «a la mayor brevedad». El pasado miércoles, el Tribunal Supremo de Colombia avaló la entrega a la Justicia estadounidense que lo juzgará por delitos relacionados con el narcotráfico y tenencia ilícita de armas.
Por esos cargos podrían condenarlo cadena perpetua. También pidió garantías a EEUU y a Colombia para mantenerse a salvo de las cosas que más teme.
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Solo en Colombia, Otoniel tenía más de 120 órdenes de captura. Era considerado el mayor productor de drogas del mundo. Su organización controlaba casi un tercio de la producción colombiana de cocaína. El equivalente a unas 300 toneladas de ese estupefaciente.
Lo que más teme Otoniel
Según pidio a la Corte Suprema de Justicia de Colombia, Otoniel no quiere que lo sometan a actos de tortura, crueles, inhumanos o degradantes mientras esté en un penal estadounidense. También pidió que no lo juzguen por delitos anteriores, solo por los especificados en la extradición.
Igualmente, pidió que no se le vaya a dar un trato diferente solo por tener nacionalidad colombiana y que no le impongan la pena de muerte. Por último, solicitó que no lo extraditen a otro estado sin antes contar con el consentimiento de Colombia.
Hubo dos pedidos que se escapaban del control de la autoridades colombianas. Por un lado exigió que le garanticen «el derecho de relaciones sexuales con su esposa, cónyuge o compañera permanente”. Por otro lado, no quiere contacto con su familia y que no lo confinen en celdas de aislamiento.
Todas esas peticiones están fuera de la jurisdicción de la Corte Suprema de Justicia. «…tales requerimientos se escapan de la órbita funcional», del alto tribunal colombiano, respondió la Corte a Otoniel. Le explicaron que esos temas «están sujetos a la determinación de las autoridades extranjeras, en pleno ejercicio de su soberanía nacional”.
En este sentido, será Estados Unidos el que determine qué tipo de reclusión tendrá y se podrá o no gozar de estos beneficios.
Con información de Semana y La Nación.
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