Análisis

INFORME: Mientras Petro busca una apertura en la frontera, Maduro abandona los estados fronterizos a su suerte

[jp_post_view]
INFORME: Mientras Petro busca una apertura en la frontera, Maduro abandona los estados fronterizos a su suerte

ENCOVI viene advirtiendo de la poca atención que las autoridades gubernamentales prestan a la creciente diferenciación que se ha venido produciendo entre la calidad de vida de los habitantes del centro del país y los de la periferia.

Redacción | DW

«Venezuela está en el continente más desigual del Mundo y, para 2022, es el país más desigual de América”, denuncia la última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) elaborada este año por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Este estudio, que se viene realizando desde el 2014, constata este año un nuevo aumento en los niveles de desigualdad en Venezuela. El coeficiente de Gini, el cual mide la desigualdad en los ingresos (donde 1 representa la desigualdad máxima), pasó de 0,57 (2021) a 0,60 (2022). Al dividir en deciles según sus ingresos a la sociedad venezolana, se verificó que el 10% más pobre de los venezolanos recibe en promedio 70 veces menos ingresos que el 10% más rico.

Aumento de la desigualdad territorial

ENCOVI 2022 evidencia además que, junto al crecimiento continuado de ladesigualdad de ingresos entre los distintos estratos de la sociedad venezolana, también se profundizó la desigualdad territorial del país. En Venezuela hoy en día, señala el estudio de la UCAB, «casi el 40% de los hogares con mayores ingresos están en Caracas. Y Caracas solo concentra el 16% de los hogares del país”.

Desde sus primeras encuestas, ENCOVI viene advirtiendo de la poca atención que las autoridades gubernamentales prestan a la creciente diferenciación que se ha venido produciendo entre la calidad de vida de los habitantes del centro del país y los de la periferia, así como entre los del sector urbano y los del rural. A este respecto, en el informe ENCOVI 2016 se señala que «la desigualdad territorial se sigue profundizando”. Asimismo, los investigadores advertían en este informe sobre el poco interés del régimen de Maduro en atacar este problema: «Las zonas menos pobladas, pero donde vive hasta un 20% de la población, deberían ser zonas de especial interés para la política social. Pero, al menos por ahora, ese no es el criterio de la política social actual”.

En el informe de ENCOVI 2017 se ofrece una explicación de por qué ha crecido este tipo desigualdad en Venezuela: «El fenómeno de concentración de las oportunidades en las grandes ciudades y el proceso de concentración administrativa de las políticas públicas en los últimos años ha hecho que el país se haya vuelto más desigual territorialmente. Mientras que en Caracas la pobreza multidimensional es de un tercio de los hogares, en el conjunto de los centros poblados menores a diez mil habitantes, donde habita el 23 % de los venezolanos, la pobreza alcanza a los dos tercios de los hogares. Esta desigualdad, que no solo se profundiza por su mayor incidencia, sino incluso por la severidad de la pobreza, se ve reforzada por unas prácticas de política pública que privilegian precisamente los sectores sociales con más recursos (voz o capacidad de demanda), los que concentran los beneficios de las políticas sociales”.

LEA TAMBIÉN: El pasado oscuro de la nueva cónsul de Colombia en Caracas

Los estados fronterizos

El aumento de la desigualdad territorial en el país se refleja de manera más pronunciada en las difíciles condiciones de vida de los habitantes de los seis estados fronterizos venezolanos: Zulia, Táchira, Apure, Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro. Una rápida revisión de algunos indicadores sociales da cuenta de cómo en estos estados fronterizos las condiciones de vida son peores que las de la media del país, que ya de por si son muy precarias.

De acuerdo con los indicadores sociales INSISO-ENCOVI 2021, más del 60% de los habitantes de los seis estados fronterizos viven bajo la línea de «pobreza extrema” (en Zulia, Bolívar y Amazonas está por encima del 80%). La «tasa de mortalidad infantil” en los seis estados fronterizos se ubica por encima de la media del país. En cuatro de los estados fronterizos (Zulia, Apure, Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro), la «inseguridad alimentaria moderada o severa” sobrepasa la media nacional. También en cuatro de los estados fronterizos (Apure, Bolívar, Delta Amacuro y Amazonas) se evidencia una

deserción escolar por encima de la media del país. Por otra parte, cinco estados fronterizos reportan una calidad del servicio inferior a la media del país en relación con el suministro de «agua potable sin interrupciones” (Apure, Bolívar, Zulia, Delta Amacuro y Amazonas); y cinco también en relación con el suministro de «electricidad sin interrupciones” (Zulia, Táchira, Apure, Delta Amacuro y Amazonas).

Zulia y Táchira son los estados venezolanos que sufren un mayor número de apagones y racionamiento eléctrico de acuerdo con los informes de la ONG «Comité de Afectados por Apagones”.

Caldo de cultivo para la acción delincuencial

La poca atención que el gobierno nacional ha prestado a los estados fronterizos en los últimos veinte años ha traído consigo graves consecuencias sociopolíticas para la nación venezolana. Ello ha generado la protesta militante de las sociedades que se han visto afectadas por este proceder indolente del Estado.

La ONG venezolana FUNDAREDES surgió hace más de 15 años justamente para responder a la necesidad que tienen los habitantes de los estados fronterizos venezolanos de visibilizar los graves problemas que los aquejan de manera específica. La abogada tachirense Clara Ramírez, coordinadora de DD.HH. de esta ONG, señala al respecto: «La mayor parte de las organizaciones de la sociedad civil que denunciaban lo que ocurría en el país estaban ubicadas en la zona central de Venezuela y, por lo tanto, se les hacía difícil percibir la realidad de los territorios fronterizos, los cuales tienen una dinámica y un contexto muy diferentes al resto del país. Por ejemplo, por años los habitantes de la frontera hemos sido marginados o criminalizados por parte del Estado venezolano. Se nos acusa de ser contrabandistas de gasolina y de alimentos. Por esta razón, se les impuso a los habitantes de estas zonas fronterizas un chip para limitarnos el abastecimiento de gasolina; y cuando se presentó la escasez de alimentos en el país, al Zulia y al Táchira no se enviaron muchos de los productos de primera necesidad que sí se conseguían en Caracas. Denunciar este tipo de discriminación y de injusticia fue una de las motivaciones iniciales que nos llevaron a surgir como ONG”.

Lea el resto de este informe de DW, haciendo click aquí.

 

Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/primerinforme y dale click a +Unirme.

Si te gustó la nota compártela
Más noticias de Abandono o similares.
Últimas Noticias: