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INFORME: Qué significa para Turquía y el mundo que Erdoğan alargue su mandato hasta 2029

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INFORME: Qué significa para Turquía y el mundo que Erdoğan alargue su mandato hasta 2029

En la batalla mundial entre democracia y autoritarismo, se considera que Turquía está firmemente en el bando del autoritarismo, junto con Hungría, India y Brasil.

Redacción | Primer Informe

La era Erdoğan continúa. El domingo, el líder turco Recep Tayyip Erdoğan se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al opositor Kemal Kılıçdaroğlu.

El hecho de que Erdoğan haya logrado sobrevivir a la mayor prueba a la que se ha sometido su liderazgo es notable, dada la situación de la economía turca y la persistente indignación pública por la respuesta del gobierno a los fuertes terremotos de febrero, que causaron al menos 50.000 muertos. Lo que su victoria significa para el futuro de Turquía, así como para el resto del mundo, es la pregunta que ahora se hacen muchos.

Para Turquía, el tercer y último mandato de Erdoğan significará «una continuación del presente», afirma Galip Dalay, miembro asociado del grupo de expertos Chatham House, con sede en Londres. Bajo el mandato de Erdoğan, que llegó al poder por primera vez como primer ministro de Turquía en 2003 (cargo que desempeñó durante 11 años antes de convertirse en presidente en 2014), el país ha retrocedido hacia el autoritarismo. Ha consolidado su poder mediante cambios constitucionales, ha erosionado las instituciones democráticas del país, incluidos el poder judicial y los medios de comunicación, y ha encarcelado a opositores y críticos, muchos de ellos periodistas. Sus esfuerzos le han valido a Turquía la designación de ser uno de los 10 principales países autocratizantes del mundo, según el Instituto V-Dem de Suecia. En 2018, Freedom House rebajó el estatus del país de «parcialmente libre» a «no libre».

Con otros cinco años al mando, es poco probable que Erdoğan decida cambiar de rumbo en su agenda interna. En todo caso, es probable que vaya aún más lejos. «Cuando los autócratas se enfrentan a un contexto interno inestable, redoblan la represión», afirma Gonul Tol, autor de Erdoğan War: A Strongman’s Struggle at Home and in Syria. Aunque es plausible que Erdoğan ceda a las presiones para volver a políticas económicas más ortodoxas con el fin de restaurar la estabilidad financiera del país (una medida que pareció presagiar al incluir a su antiguo zar económico, Mehmet Şimşek, en un acto de campaña), Tol afirma que es improbable que Erdoğan ceda a la hora de restaurar la credibilidad democrática del país. «Hemos llegado a un punto en el que Erdoğan ha socavado los derechos y las instituciones hasta tal punto que ya no podemos seguir llamando democracia a Turquía», afirma, señalando el veredicto de los observadores electorales internacionales de que las elecciones turcas, aunque aparentemente libres y competitivas, no dejan de ser injustas. «Estamos llegando a un punto en el que Turquía se convertirá en un país donde las elecciones pueden no importar».

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Las repercusiones de la victoria de Erdoğan no se limitarán a Turquía. Tendrá importantes consecuencias internacionales, sobre todo para la OTAN. A diferencia de los demás miembros de la alianza, Turquía ha hecho todo lo posible por estrechar lazos con Rusia. En 2017, Ankara acordó polémicamente la compra de un sistema de defensa antimisiles S-400 a Moscú. Mientras que la mayoría de los demás países han sancionado a Rusia tras su invasión a gran escala de Ucrania, Turquía ha seguido haciendo negocios con Moscú. En una reciente entrevista con la CNN, Erdoğan alabó su «relación especial» con el presidente ruso Vladimir Putin y reafirmó la solitaria oposición de Turquía a la entrada de Suecia en la OTAN. (Ankara bloqueó anteriormente la entrada de Finlandia y Suecia en la alianza militar, alegando su apoyo a los militantes kurdos que Turquía y Estados Unidos consideran organizaciones terroristas; aunque finalmente levantó su oposición a Finlandia, que desde entonces se ha convertido en el 31º miembro de la OTAN, su veto a la adhesión de Estocolmo se mantiene).

En los próximos cinco años, «se verá cómo se refuerza aún más esa relación [Erdoğan-Putin]», afirma Tol. «Ha utilizado la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN como baza para obtener concesiones del mundo occidental. Y lo ha hecho de muchas maneras, así que va a intentar exprimirlo aún más».

Aun así, la mayoría de los analistas esperan que Erdoğan acabe accediendo a la adhesión de Suecia, si no antes de la próxima cumbre de la OTAN en Vilna en julio, quizá antes de finales de año. «Erdoğan aprecia la presencia de Turquía en la OTAN porque cree que le da más influencia en los asuntos internacionales», afirma Dalay. De hecho, Erdoğan ha tratado de presentar a Turquía como un valioso mediador diplomático entre Rusia y Occidente, y ha presionado para convocar conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, al igual que ayudó a mediar en un acuerdo clave de exportación de grano entre los países en guerra el año pasado.

La victoria de Erdoğan también podría tener consecuencias decisivas para los aproximadamente 3,6 millones de refugiados sirios en Turquía. Aunque Erdoğan no fue tan lejos como Kılıçdaroğlu al prometer expulsar a todos los refugiados del país -una medida que este último adoptó tras la primera vuelta de las elecciones, en un aparente intento de restar apoyo a su rival entre los nacionalistas-, Erdoğan señaló que los planes de su gobierno de construir cientos de miles de viviendas en el norte de Siria facilitarían su regreso voluntario.

Así como mucho dependerá de cómo Erdoğan decida definir su último mandato -y, por extensión, su propio legado-, mucho dependerá también de cómo el mundo decida responder a su victoria, en particular Occidente. En la batalla mundial entre democracia y autoritarismo, se considera que Turquía está firmemente en el bando del autoritarismo, junto con Hungría, India y Brasil.

«¿Está Occidente preparado para enfrentarse a una Turquía más autoritaria?», se pregunta Gonul. «¿O van a mantener esta relación transaccional y decir: ‘Mientras Erdoğan mantenga a los refugiados sirios en Turquía, podemos trabajar con él, podemos tolerarlo'».

Con información de TIME.

 

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