Maduro recibe nueva demanda por torturas a un preso estadounidense en Venezuela
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Según la demanda de Joshua Holt, la detención de Álex Saab en 2020 en Cabo Verde llevó a la «empresa criminal de Maduro» a iniciar una campaña de detenciones de aún más estadounidenses para utilizarlos como «moneda de cambio».
Redacción | Primer Informe
Un hombre encarcelado durante casi dos años en Venezuela ha demandado a Nicolás Maduro por dirigir una «empresa criminal» que secuestra, tortura y encarcela injustamente a ciudadanos estadounidenses.
La demanda presentada el jueves en el tribunal federal de Miami por Joshua Holt es la última de una serie de demandas de estadounidenses contra el régimen de Maduro por sus presuntos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC, que Estados Unidos ha designado como grupo terrorista.
Holt busca compensación por los daños que él y su familia dicen haber sufrido en virtud de una ley federal poco utilizada, la Ley Antiterrorista, que permite a las víctimas estadounidenses de grupos terroristas extranjeros embargar los bienes de sus victimarios.
Holt, entonces de unos 20 años, viajó a Venezuela en 2016 para casarse con una compañera mormona que conoció en internet mientras practicaba su español. Poco después, la pareja fue detenida en el apartamento de la familia de ella en una vivienda pública durante una redada de las fuerzas de seguridad, que dijeron haberle encontrado almacenando un arma de asalto y granadas. Pocos días después, altos funcionarios aparecieron en la televisión estatal acusando a Holt de ser un «terrorista de la CIA» enviado para derrocar a Maduro.
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Las torturas maduristas
Holt, en su denuncia de 99 páginas, detalla cómo tras ser detenido fue conducido a una obra abandonada donde fue alineado contra una pared mientras lo que parecía un pelotón de fusilamiento le apuntaba con sus armas y disparaba.
«Era un simulacro de ejecución: las armas no estaban cargadas», según la denuncia. «Josh pensó ‘este es el momento en el que voy a morir, uno de estos policías va a tener una bala’. »
Holt perdió 18 kilos en los primeros seis meses de su encarcelamiento. Y casi sin tratamiento médico, soportó cálculos renales, bronquitis y una dolorosa fisura dental mientras estaba recluido en una celda minúscula llena de hedor y sin retrete.
Su esposa, Thamy Holt, también fue encarcelada y repetidamente presionada para que firmara una confesión de que su marido formaba parte de un complot de la CIA, algo a lo que nunca accedió.
Finalmente, en 2018, Holt sería liberado como resultado de negociaciones tras cortinas dirigidas por un miembro del personal del senador Bob Corker, un republicano de Tennessee que presidió el Comité de Relaciones Exteriores del Senado antes de retirarse en 2019. Según la denuncia, el carcelero de Holt, Gustavo González López, entonces jefe de la policía de inteligencia del SEBIN, reconoció la naturaleza falsa de los cargos tras la liberación del estadounidense.
«Lamento que haya tenido que pasar por esto», dijo González López a Holt, según la demanda, mientras escoltaba personalmente al estadounidense desde la cárcel hasta un avión que lo llevaría a la libertad y a una cita inmediata en la Casa Blanca con el entonces presidente Donald J. Trump.
Lo que buscan lod Holt
La demanda pide daños y perjuicios por el trauma que los Holt dicen que ellos y sus seres queridos siguen sufriendo, incluidos trastornos de ansiedad, insomnio y depresión. Laurie Holt, que lideró la campaña para la liberación de su hijo, murió en 2019 a los 50 años de una enfermedad cardíaca que su familia cree que fue causada por el largo encarcelamiento.
«Desafortunadamente, el escape de los Holts de Venezuela no fue el final del calvario de la familia Holt», dice la denuncia.
Otros estadounidenses encarcelados en Venezuela han logrado importantes sentencias contra Maduro y su círculo más cercano por motivos legales similares.
En 2022, un juez federal de Miami concedió 73 millones de dólares por daños y perjuicios a la familia de un destacado opositor a Maduro que murió mientras estaba detenido tras caer inexplicablemente desde el décimo piso de un edificio perteneciente a la policía del SEBIN. Y el año pasado, un abogado venezolano exiliado ganó 153 millones de dólares después de ser atraído de vuelta a casa por el secuestro de su padre, sólo para terminar encarcelado él mismo bajo cargos falsos de trabajar como «terrorista financiero» socavando el gobierno de Maduro.
Como en los casos anteriores, Holt acusó en su demanda a Maduro de controlar el «Cartel de los Soles», una supuesta red de contrabando de drogas en la que participan altos cargos venezolanos y guerrilleros de las FARC y que supuestamente envía 200 toneladas métricas de cocaína de Venezuela a Estados Unidos cada año.
Pero el cobro de esas cuantiosas recompensas ha resultado desalentador. Ni Maduro ni ninguno de sus colaboradores cercanos tienen propiedades o cuentas bancarias a su nombre en Estados Unidos. Cualquier riqueza que los funcionarios hayan robado es más probable que esté en manos de una miríada de testaferros cuyos activos son difíciles de rastrear e incautar.
«Estos países aliados que participan en empresas criminales masivas son cinturones negros en ocultar su dinero», dijo Sam Dubbin un abogado de Miami que ha representado a médicos cubanos que buscan justicia por trabajos forzados por el gobierno comunista de la isla.
Uno de los presuntos testaferros de Maduro, el empresario de origen colombiano Alex Saab, figura como acusado en la demanda de Holt. Según la demanda, la detención de Saab en 2020 en Cabo Verde por una orden de detención estadounidense por blanqueo de dinero llevó a la «empresa criminal de Maduro» a iniciar una campaña de detenciones de aún más estadounidenses para utilizarlos como «moneda de cambio» para negociar su liberación.
El año pasado, Biden concedió clemencia a Saab como parte de un canje por 10 estadounidenses y un contratista fugitivo del Pentágono encarcelados en Venezuela. Maduro insiste en que Saab era un diplomático venezolano detenido ilegalmente durante una parada de combustible en ruta a Irán para comprar alimentos y medicinas que han escaseado bajo las sanciones de Estados Unidos.
Entre los otros seis leales a Maduro nombrados como acusados presuntamente responsables del encarcelamiento de Holt se encuentran el fiscal jefe de Venezuela, el comandante de las fuerzas armadas y el jefe del tribunal supremo.
Informe de The Associated Press.
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