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El fiscal nacional de Chile Ángel Valencia dijo que «puede haber habido detrás de su asesinato el propósito de enviar una señal a la disidencia, a la gente que se ha refugiado fuera del país»
Redacción | Primer Informe
El Ministerio Público de Chile confirmó el lunes que el Tren Aragua, una organización criminal transnacional venezolana, estuvo involucrada en el asesinato del disidente venezolano Ronald Ojeda.
Ojeda era un exteniente del ejército venezolano encarcelado por el régimen socialista del dictador venezolano Nicolás Maduro por cargos de rebelión y traición en 2017. Después de escapar de prisión en noviembre de 2017, el disidente asesinado había estado viviendo exiliado en Chile, donde recibió estatus de asilo. del gobierno en diciembre de 2023.
El 21 de febrero, un grupo de hombres no identificados que se hacían pasar por miembros de la policía de inmigración de Chile secuestraron a Ojeda, arrastrándolo fuera de su apartamento descalzo y en ropa interior, según imágenes de seguridad obtenidas por las autoridades. El 1 de marzo, funcionarios chilenos encontraron e nbl cuerpo de Ojeda dentro de una maleta enterrada bajo una estructura de cemento en la comuna de Maipú, ubicada en el área metropolitana de Santiago.
Para el momento del hallazgo, los funcionarios estimaron que Ojeda llevaba muerto entre siete y diez días, lo que «coincidía» con la fecha de su secuestro.
«Hemos realizado una serie de diligencias para establecer la participación de cada uno de los imputados, con las complejidades que ello significa en un contexto de crimen organizado transnacional, vinculado principalmente al Tren de Aragua, que ha venido cometiendo diversos delitos como el secuestro», dijo a medios chilenos el fiscal Héctor Barros, a cargo del caso.
Los informes preliminares dictaminaron que la causa de la muerte de Ojeda fue «asfixia mecánica posicional», ya que el cuerpo fue encontrado sin heridas de bala.
«Fue asfixiado y esa es la causa de muerte que hemos establecido por ahora», dijo Barros, quien agregó que el Servicio Médico Legal chileno emitirá un informe formal sobre su muerte en los próximos días.
LEA TAMBIÉN: El historial de secuestros del prófugo del Tren de Aragua buscado en Chile por el caso del teniente Ojeda
El Tren de Aragua, fundado en 2012, pasó de ser una pequeña banda en Aragua, Venezuela, a un sindicato criminal internacional en toda regla con células activas en Chile y otros países de la región. En Estados Unidos, las autoridades del FBI sospechan que ha establecido una alianza con la banda MS-13 de El Salvador. Las autoridades han informado de la actividad del Tren Aragua en áreas metropolitanas como la ciudad de Nueva York. Se cree en gran medida que el Tren de Aragua creció con la aprobación implícita del régimen de Maduro.
El fiscal nacional, Ángel Valencia, afirmó este lunes que las autoridades chilenas no descartan la posible implicación del régimen de Maduro en la muerte de Ojeda, dada su condición de disidente político y preso político fugado.
«En consecuencia, dicen que puede haber habido detrás de su asesinato el propósito de enviar una señal a la disidencia, a la gente que se ha refugiado fuera del país», dijo Valencia, «de que la mano de quienes pueden perseguirlos puede ser muy larga y traspasar las fronteras de su propia nación. Esa es una versión que se ha sostenido y que no podemos desechar».
Aunque funcionarios del régimen de Maduro han negado cualquier implicación en el secuestro y asesinato de Ojeda, miembros de la oposición venezolana han acusado directamente al régimen autoritario de estar detrás de la muerte del ex militar disidente.
«Operación Brazalete Blanco»
Semanas antes de la desaparición de Ojeda, el régimen de Maduro acusó a Ojeda y a otros 30 militares actuales y antiguos de estar involucrados en la «Operación Brazalete Blanco», un supuesto plan para asesinar al propio Maduro y a sus secuaces.
En declaraciones ofrecidas el lunes a una emisora de radio local, el fiscal Valencia dijo que funcionarios de su despacho guardaron silencio sobre el caso porque «no había duda de que se trataba de un secuestro atípico» por los recursos empleados y porque la víctima era un ex militar y disidente venezolano.
«No había duda de que era un asunto relevante para el Estado chileno», dijo Valencia.
«El modus operandi o el nivel de desarrollo logístico, la cantidad de recursos destinados, etc. a estas alturas ya no nos sorprende, nos preocupa», continuó. «Hemos visto la forma en que trabajan y muy probablemente la cantidad de recursos asignados, el número de personas involucradas, la preparación, el seguimiento».
El fiscal nacional, Ángel Valencia, afirmó este lunes que las autoridades chilenas no descartan la posible implicación del régimen de Maduro en la muerte de Ojeda, dada su condición de disidente político y preso político fugado.
«En consecuencia, dicen que puede haber habido detrás de su asesinato el propósito de enviar una señal a la disidencia, a la gente que se ha refugiado fuera del país», dijo Valencia, «de que la mano de quienes pueden perseguirlos puede ser muy larga y traspasar las fronteras de su propia nación. Esa es una versión que se ha sostenido y que no podemos desechar».
Aunque funcionarios del régimen de Maduro han negado cualquier implicación en el secuestro y asesinato de Ojeda, miembros de la oposición venezolana han acusado directamente al régimen autoritario de estar detrás de la muerte del ex militar disidente.
Semanas antes de la desaparición de Ojeda, el régimen de Maduro acusó a Ojeda y a otros 30 militares actuales y antiguos de estar involucrados en la «Operación Brazalete Blanco», un supuesto plan para asesinar al propio Maduro y a sus secuaces.
En declaraciones ofrecidas el lunes a una emisora de radio local, la fiscal Valencia dijo que funcionarios de su despacho guardaron silencio sobre el caso porque «no había duda de que se trataba de un secuestro atípico» por los recursos empleados y porque la víctima era un ex militar y disidente venezolano.
«No había duda de que era un asunto relevante para el Estado chileno», dijo Valencia.
«El modus operandi o el nivel de desarrollo logístico, la cantidad de recursos destinados, etc. a estas alturas ya no nos sorprende, nos preocupa», continuó. «Hemos visto la forma en que trabajan y muy probablemente la cantidad de recursos asignados, el número de personas involucradas, la preparación, el seguimiento».
«Haya sido o no planificado desde afuera, ya sabemos que cuando hay una banda que responde a las características del crimen organizado transnacional es probable que actúe de acuerdo a órdenes dadas por alguien que no está dentro de Chile», dijo Valencia. «Pero todo tiene que ser investigado».
El abogado chileno Juan Carlos Manríquez, que representa a la familia de Ojeda, dijo a medios locales que no tiene «ninguna duda» de que el secuestro y asesinato del disidente fue ordenado.
«No tengo ninguna duda de que se trató de un secuestro y de un crimen por encargo. Esta presunta organización criminal estaría cumpliendo un encargo empresarial de alguien que sí tenía interés en él», dijo Manríquez. «Pero además de eso, en este caso no hay ningún indicio de que Ronald Ojeda estuviera vinculado a alguna actividad ilícita».
El presidente chileno de extrema izquierda, Gabriel Boric, no se ha pronunciado públicamente sobre el caso al cierre de esta edición. La ministra de Seguridad, Carolina Tohá, en respuesta a las críticas de políticos locales de oposición por la falta de declaraciones públicas de Boric sobre el asunto, afirmó el martes que Boric actúa a través de su Gobierno.
«Él actúa a través de los ministerios que trabajan para su administración; él actúa a través de las políticas públicas que impulsan esos ministerios y el gobierno del Presidente Gabriel Boric», dijo Tohá. «En este caso, [él] ha actuado con toda la fuerza desde el primer día y lo seguirá haciendo hasta que esto sea aclarado y sancionado».
Tohá afirmó que Boric había intervenido silenciosamente en el asunto «reforzando y apoyando la labor de la policía y la Fiscalía… [y] tomando contacto con personas que se encuentran en situaciones similares a la de la víctima y que pueden sentirse atemorizadas y requerir protección».
