Deserción militar: Una realidad en Venezuela

La defección es un tema común entre la filas de la Fuerza Armada Nacional (FAN), pero en los últimos años Venezuela sufre una considerable baja respecto al número de funcionarios militares.
(Primer informe)
La Policía Militar es la encargada de buscar e investigar aquellos casos de abandono de funciones. Una notable característica en la baja de funcionarios ha sido que ahora no solo soldados, sino también oficiales y generales optan por huir de régimen que inició Hugo Chávez y que ahora dirige Nicolás Maduro.
Las principales causas de deserción son las competen al tema moral e ideales políticos, pero según explicaron fuentes de la FAN, es que si todos los casos de deserción fuesen procesados como delitos, no se podrían cubrirlos. Son demasiados, y entonces prefieren procesarlos por vía administrativa.
Recientemente ocurrió el caso del capitán Jesús Ramos, él comandaba una de las compañías del Destacamento de Seguridad Urbana, en el estado Vargas. Luego de unos días de permiso autorizados por su superior debía reintegrarse el pasado 02 de mayo a sus funciones, pero no se presentó y encendió las alarmas de su componente, por lo que se activó el llamado “Plan de Localización”.
Dicho plan, incluía buscarlo en su residencia, la de sus padres y la casa de su pareja, mientras que en la FAN la sospecha era que este efectivo castrense se había unido a la filas de la oposición, liderada por Juan Guaidó, quien el 30 de abril estuvo respaldado por uniformados en un lanzamiento militar, desde La Carlota.
Las investigaciones sobre Ramos determinaron que estaba ubicado en Colombia, información que se confirmó cuando rastrearon su teléfono celular y este fue utilizado en el país vecino a Venezuela, por última vez.
Sin duda, se estaba ante el caso de otro militar cobijado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en Cúcuta. El 9 de mayo, Ramos estableció comunicación con sus superiores mediante un número colombiano, con dicha acción despojó cualquier duda de su deserción. En ese llamado, confirmó que se unió al alzamiento del 30 de abril, en términos personales.
Otro caso, es el del mayor del Ejército José Gregorio Basante, quien comandó el Escuadrón de Caballería Motorizada del Ejército 5102, ya que hizo preparativos para cruzar la frontera por Santa Elena de Uairén, rumbo a Brasil.
Basante es señalado por supuestas violaciones a los derechos humanos, durante la represión a los manifestantes indígenas en la zona. Sin embargo, su salida se debió a una investigación sobre un presunto contrabando de Diesel en un convoy que trasladaba blindados BTR-80, desde Puerto Cabello hasta la unidad comandada por él, el 30 de abril.
Los policías también se van
Esta realidad también se está viviendo en los comandos policiales, por esa razón en la Policía Nacional Bolivariana (PNB), solo cuenta con poco más de la mitad de su nómina.
Por su parte, en el Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), los superiores ordenaron a los jefes de la regionales y subdelegaciones, no declarar, y de que querer desertar del órgano de investigación hacerlo por lo medios regulares administrativos.
El régimen de Nicolás Maduro, aprovecha esta situación de bajas en las filas de los cuerpos de seguridad, como algo positivo, pues aseguran que sirve para quedarse con los funcionarios “leales” y “honestos”.
Movidas estratégicas de régimen
El pasado 30 de abril, con el alzamiento militar en apoyo a Guaidó, el régimen de Maduro notó que muchos les dan la espalda y son pocos los que siguen apegados a sus ideales fracasados, ante la situación se hicieron cambios considerables dentro de los organismos de seguridad venezolanos.
El Ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol , removió al que ejercía como director de la PNB, el general de división, Carlos Pérez Ampueda, y designó al también general de división, Elio Estrada Paredes, también asignó al teniente coronel, Rubén Santiago Servigna, quien era el encargado del área administrativa en el Ministerio.
Estos cambios se suman al nombramiento del nuevo jefe de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), el comisario del Sebin, José Miguel Domínguez, “Miguelito”, como se le conoce en el mundo de los colectivos y con los cuales este mantiene una estrecha relación.
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