Por qué la izquierda española no apoya el diálogo venezolano en México
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El PSOE y Unidas Podemos no se plegaron a la iniciativa demócrata y terminaron por echar la culpa al PP por la falta de apoyo.
Redacción | Primer Informe
La izquierda española no permitió que de momento, el Congreso de los Diputados, no apoyara el diálogo venezolano en México entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó.
El PSOE y Unidas Podemos vetaron la adhesión de la Cámara a una iniciativa promovida por el senador demócrata estadounidense Bob Menéndez, que ha sido secundada hasta el momento por los presidentes de las Comisiones de Asuntos Exteriores de ocho parlamentos.
Ya el Parlamento Europeo, el alemán, o el británico se plegaron a esta iniciativa. España vuelve así a descolgarse de los países de su entorno por practicar una política más alineada con los intereses de Nicolás Maduro que con los de la oposición venezolana.
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Sin voluntad para adherirse a la iniciativa de Bob Menendez
La izquierda española representada en el PSOE y en Podemos nunca estuvo dispuesta a plegarse a la iniciativa del ex gobernador Bob Menendez.
La iniciativa del negociador llegó al Congreso de la mano de la portavoz popular de Exteriores, Valentina Martínez Ferro, quien la remitió al presidente de la Comisión de Exteriores, el socialista Pau Marí-Klose.
Martínez Ferro confiaba en que no tendría problema en firmar ya que el texto pretende fortalecer la vía negociadora.
No obstante, tras estudiar el texto, el político socialista contestó que PSOE y Unidas Podemos no estaban de acuerdo con adherirse a él y que al no existir unanimidad no podía apoyarlo.
No hubo ningún intento por parte de Pau Marí-Klose por negociar el contenido con Menéndez para eliminar lo que pudiera molestarles o añadir ideas que hicieran falta.
¿Por qué la negativa de la izquierda española sobre el diálogo venezolano?
Sobre esta situación hay varias hipótesis.
Desde que Marí-Klose recibió la iniciativa hasta que comunicó a Martínez Ferro que no la firmaría.
Los socialistas no explican en qué partes del texto demócrata pudieron resultar problemáticas y se limitan a sostener que al no apoyarlo Unidas Podemos, no existía la unanimidad necesaria para impulsarlo.
Desde la formación morada, en una versión coincidente con la popular, subrayan que el veto “no era cosa de Unidas Podemos”.
“Ninguno de los socios de Gobierno, viendo que estaba produciéndose un diálogo entre las partes, quiso tensionar la situación y por eso no se firmó el comunicado”, subrayan fuentes de Podemos.
Es decir, que el veto no fue una exigencia de los morados sino que el PSOE tampoco quería respaldar el texto, tal como Marí-Klose indicó a Martínez Ferro.
Fuentes parlamentarias con conocimiento en las negociaciones citadas por ABC, señalan que el PSOE cuando informó a Podemos sobre la iniciativa de Menendez, dijo que era mejor “no tensionar”, sin dar razones, y no adherirse a ella.
Unidas Podemos estuvo de acuerdo. Fuentes socialistas no desmienten ni confirman esta versión, y se niegan a explicar la posición socialista ante la iniciativa demócrata. Su versión se limita a señalar que “no existía unanimidad” entre los grupos parlamentarios.
La izquierda española culpa al PP de unirse a la iniciativa demócrata
Además de contradecirse sobre la decisión de no apegarse a la iniciativa demócrata, la izquierda española echa la culpa de que no haya acuerdo al PP, pues señalan que como promotor de la resolución era responsable de conseguir el apoyo.
Para Martínez Ferro el problema es que el PSOE “tiene alergia a todo lo que tenga que venga del PP, pero el partidismo no puede justificar no dar respaldo al diálogo y a la oposición democrática”, critica.
El comunicado demócrata da “la bienvenida al inicio de negociaciones para restaurar el orden constitucional, las instituciones democráticas y los derechos políticos en Venezuela”
Además pide “buena fe” al régimen de Maduro para “restaurar la gobernanza democrática, restablecer el Estado de derecho y devolverle las libertades fundamentales y la dignidad humana al pueblo venezolano”.
En esta línea, aboga por la negociación de un “acuerdo que concrete las condiciones y los términos de nuevas elecciones legislativas y presidenciales”.
También recuerda que la modificación de las sanciones impuestas por la comunidad internacional a Venezuela depende de las “medidas concretas” que adopte el régimen de Maduro tras el diálogo con la oposición.
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