FBI descubrió un complot iraní para secuestrar a un periodista en EEUU con el apoyo de Venezuela
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El plan revela la cooperación internacional entre los dos países para actuar en contra de la disidencia.
Humberto Andrade | Primer Informe
En Estados Unidos, el FBI desmontó un complot de la inteligencia iraní para secuestrar a un periodista crítico de Teherán en Nueva York. Una vez capturada, la víctima iba a ser enviada por vía marítima y de forma clandestina a Venezuela.
Un tribunal federal de Nueva York acusó a cuatro ciudadanos iraníes. Les imputa conspiraciones para secuestrar, violar sanciones, fraude bancario y lavado de dinero. La trama contaba con el apoyo de un iraní residente de California que también fue acusado.
El blanco de toda a operación era un periodista, autor y activista de derechos humanos de Brooklyn.
El hombre es de origen iraní pero tiene ciudadanía estadounidense. Con su trabajo, el periodista intentaba movilizar a la opinión pública en Irán y en todo el mundo para lograr cambios en las leyes y prácticas del régimen de Teherán.
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La red de inteligencia iraní investigó métodos para transportar a la víctima hasta Venezuela. Uno de los agentes iraníes, contactó un servicio que ofrece lanchas rápidas de estilo militar para la evacuación marítima.
De esa manera pensaban sacar al periodista de Nueva York y luego enviarlo por mar a Venezuela, el principal aliado de Irán en el hemisferio occidental. Uno de los conspiradores incluso investigó todas las rutas de viaje desde la residencia de la víctima hasta una ubicación costera.
De haber tenido éxito el plan, el periodista tendría un futuro incierto en un país conocido por sus políticas de violación sistemática a los DDHH.
La acusación no incluye ninguna mención a agentes venezolanos. Pero se presume que el plan contaba con el apoyo y conocimiento de los servicios de inteligencia y seguridad chavistas.
La red de inteligencia iraní
Los acusados son Alireza Shavaroghi Farahani, Mahmoud Khazein, Kiya Sadeghi, y Omid Noori, todos operaban desde Irán. Un quinto conspirador, Niloufar Bahadorifar, iraní residente en California, proporcionó servicios financieros para ejecutar el plan.
El secretario de Justicia Auxiliar Interino Mark J. Lesko, dijo que la investigación descubrió «un complot tan pernicioso para dañar a un ciudadano estadounidense que estaba ejerciendo sus derechos de la Primera Enmienda [libertad de expresión]».
La fiscal federal Audrey Strauss, del Distrito Sur de Nueva York, agregó que: «Un ciudadano estadounidense que vive en los EEUU debe poder defender los derechos humanos sin ser blanco de agentes de inteligencia extranjeros».
Intensa vigilancia
La acusación describe el vasto dispositivo de vigilancia que los agentes iraníes construyeron para monitorear a la víctima.
El plan del secuestro al periodista se comenzó a tejer, al menos, desde junio de 2020. Como parte de la acción, en la red iraní contrataron los servicios de investigadores privados para vigilar, fotografiar y grabar en video a los miembros del hogar del periodista en Brooklyn.
Así obtuvieron videos y fotografías de la familia de la víctima y sus asociados. Hasta instalaron un una transmisión de video en vivo de alta definición para observar la vivienda de la vícitma en tiempo real.
La red también lavó dinero en Estados Unidos desde Irán para pagar esos servicios de vigilancia. Sadeghi, actuó como el principal punto de contacto de la red con los investigadores privados, mientras que Noori facilitó el pago a los investigadores para promover el complot.
Con información del Departamento de Justicia de EEUU.
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