Sanciones impiden que Maduro ensamble fusiles rusos que terminan en manos del narcoterrorismo
[jp_post_view]
Grupos como las FARC y el ELN recurren a los militares chavistas para obtener armamento.
Redacción | Primer Informe
Las sanciones estadounidenses impiden que la Venezuela chavista se convierta en un centro de producción de armas rusas para Latinoamérica.
De esa manera, se ha evitado que Maduro ensamble fusiles Kaláshnikov en Venezuela. Y también que ese armamento termine en manos de grupos irregulares.
De acuerdo con el portal Sputnik, la fábrica de fusiles y municiones de la marca Kalashnikov «difícilmente estarán listas antes de 2022». El medio, que forma parte del aparato internacional del Kremlin, citó a una fuente «familiarizada con el asunto».
La cooperación rusa con Venezuela en el ámbito militar es fundamental para el régimen de Maduro. La columna vertebral de las fuerzas armadas controladas por el régimen venezolano está equipada con armamento de fabricación rusa.
El contrato para producir los Kaláshnikov existe desde 2001, pero su ejecución se ha ido retrasando. Cuestiones financieras y, sobre todo, las sanciones de Estados Unidos han impedido que el proyecto se concrete. En el último año también tuvo influencia la pandemia del coronavirus.
«La entrega de estas obras al cliente estaba programada para fines de 2021, pero con la pandemia y el confinamiento lo más probable ahora es que se posponga hasta 2022. Todo depende hoy de la parte venezolana: cuanto antes haya una desescalada, antes concluirán las obras», declaró la fuente.
Venezuela en este momento enfrenta un pico de contagios y muertes por COVID-19 que está sobrepasando al sistema de salud. Las expectativas no son buenas al respecto.
LEA TAMBIÉN: Venezuela sobrevuela sukhois sobre Guyana y alimenta las tensiones por el Esequibo
Armas para el narcoterrorismo
«En cuanto se levante el confinamiento, viajarán a Venezuela al menos dos brigadas más de especialistas rusos», dijo la fuente.
El mayor peligro de que Venezuela se convierta en un fabricante de armamento ruso es el destino final que puedan tener los fusiles. Especialmente si terminan en manos de grupos narcoterroristas como las FARC o el ELN, con los cuales Maduro mantiene alianzas.
Los incidentes en los que armamento que debería estar controlado por las fuerzas armadas de Venezuela termina en manos de la narco guerrilla no son raros.
El años pasados, unas granadas fueron encontradas en el escondite de un grupo guerrillero colombiano. El armamento, fabricado en la ex Yugoeslavia, pertenecía a las Fuerzas Armadas maduristas.
En 2009, un equipo de lanzacohetes sueco también fue encontrado en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Se trataba de un número indeterminado de lanzacohetes AT4, fabricados por la compañía sueca Saab Bofors Dynamics, reportaba BBC.
El hallazgo se produjo en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. Según correos hallados en los computadores de Raúl Reyes, las FARC tenían destinados US$300.000 para la compra de ese tipo de armamento.
En Venezuela también son frecuentes los reportes de miembros de la delincuencia organizada portando armas que deberían estar bajo control exclusivo de las fuerzas armadas. Los fusiles y las granadas son los más comúnmente denunciados.
Con información de Sputnik.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/primerinforme y dale click a +Unirme.
Si te gustó la nota compártela
