ANÁLISIS: Caras largas en Cabo Verde
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«Pistas importantes sobre el vasto tejido que relaciona al régimen de Maduro con el narcotráfico a escala internacional y en alianza con la guerrilla colombiana hacen suponer que Estados Unidos, más allá de su tormentosa política interna, reaccionará como superpotencia que ve amenazada su seguridad porque la inundan con drogas, lo mismo que a sus aliados de Europa».
Carlos Silva | El Nacional
La decisión de la Unión Europea de extender hasta noviembre de 2021 las sanciones impuestas a 36 miembros del chavismo, que incluyen el bloqueo de activos, probablemente abrirá las compuertas para una carga de profundidad que llegue a los fondos sustraídos por la red que secuestró las instituciones en Venezuela para traficar con drogas y robar. Las circunstancias permiten conjeturar que hay un ambiente propicio para correr el velo del origen del dinero con el que jerarcas del régimen mantienen lujosamente a familiares en Europa. También para que Alex Saab, el testaferro mayor, enseñe la ruta del dinero de Nicolás Maduro y Cilia Flores que busca Estados Unidos.
La medida anunciada este 12 de noviembre por el Consejo Europeo citó para ello “acciones persistentes que menoscaban la democracia, el Estado de Derecho y el respeto a los derechos humano”. El régimen de Maduro le respondió al bloque de 27 naciones que “aún en estas circunstancias siguen a la cola de Donald Trump”. Pero más bien la decisión de la UE llega cuando el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ya promete “fortalecer las instituciones hemisféricas y la democracia en el mundo”. El ex presidente colombiano Andrés Pastrana, que conoce muy bien a Biden, afirma que este es un convencido de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, y advierte: “Maduro debería estar muy preocupado”.
Pistas importantes sobre el vasto tejido que relaciona al régimen de Maduro con el narcotráfico a escala internacional y en alianza con la guerrilla colombiana hacen suponer que Estados Unidos, más allá de su tormentosa política interna, reaccionará como superpotencia que ve amenazada su seguridad porque la inundan con drogas, lo mismo que a sus aliados de Europa.
Otro desafío que Washington seguirá tomando muy en serio es cómo el conglomerado mafioso que se aferra al poder en Venezuela ha permeado peligrosamente su sistema financiero y distorsiona la economía con el dinero sucio del narcotráfico y la corrupción.
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Eso explica por qué tres jurisdicciones de Estados Unidos –el distrito sur de Florida, el distrito sur de Nueva York y el distrito de Columbia llevan los casos del Cartel de los Soles. Los fiscales saben que durante las últimas dos décadas funcionarios corruptos han saqueado sistemáticamente miles de millones de dólares en Venezuela para lavarlos en el sistema financiero norteamericano.
El brazo largo de Estados Unidos apunta ya en esa dirección con la captura de Alex Saab, el testaferro de Maduro, el 12 de junio en Cabo Verde, y hay razones para creer que eso no variará. Washington acusa a Saab y a su socio Álvaro Enrique Pulido de blanquear en su sistema financiero 350 millones de dólares defraudados a través del sistema de control de cambio en Venezuela. Entre septiembre de 2011 y septiembre de 2015 ambos se confabularon con otros para lavar sus ganancias ilícitas al transferirlas de Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses. Por esto Washington tiene jurisdicción en el caso. En Estados Unidos también saben que Saab y tres hijastros de Maduro se lucraron con “cientos de millones de dólares” con el sobreprecio de los Comités locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
La defensa de Alex Saab en Cabo Verde se muestra ahora “prudentemente optimista” sobre las posibilidades de libertad de su cliente. Los argumentos del ex juez español Baltasar Garzón, de que se pretendía usar al empresario colombiano para perjudicar políticamente a Maduro, parecen haberse estrellado contra la existencia de tratados internacionales ratificados que estipulan colaboración entre las naciones contra el lavado de dinero más allá de la existencia de pactos de extradición. Por eso probablemente los abogados del testaferro de Maduro en Cabo Verde son ahora los de cara más larga.
El artículo fue publicado originalmente por el diario El Nacional.
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