Reportaje

Suiza investiga 700 “cuentas sensibles” del banco Julius Baer vinculadas a Venezuela

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Suiza investiga 700 “cuentas sensibles” del banco Julius Baer vinculadas a Venezuela

Las investigaciones estan relacionadas al papel jugado por el ex banquero de esa entidad, Matthias Krull, en el caso de lavado de $1,200 millones de fondos de Pdvsa que se sigue en la Fiscalía del Distrito Sur de la Florida.

Casto Ocando | @cocando

La Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero Suizo (Finma) solicitó información detallada al banco Julius Baer para ampliar las indagaciones sobre el caso de Matthias Krull, tras identificar unas 700 cuentas vinculadas al banquero actualmente detenido en Estados Unidos, consideradas “sensibles” y conectadas a Venezuela, incluyendo cuentas personales del ex corredor y su familia.

A fines de octubre de 2018, Finma extendió el proceso investigativo que actualmente sigue contra Julius Baer, y solicitó al banco un informe adicional sobre el papel de Krull en el caso de corrupción de la petrolera venezolana que está bajo investigación en Estados Unido, reportó esta semana el rotativo suizo Neue Zürcher Zeitung (NZZ), basado en Zurich.

Aunque no se identificaron públicamente cuentahabientes venezolanos en esta indagación, las cuentas podrían estar relacionadas en parte a personas vinculadas con el caso criminal que actualmente se sigue en la corte federal del Sur de la Florida, con sede en Miami, por el caso de los $1,200 millones de Pdvsa en el que aparece implicado Matthias Krull y el empresario Raúl Gorrín, entre otros. Las autoridades federales norteamericanas buscan establecer también los vínculos de Nicolás Maduro y tres hijastros suyos con esta operación de lavado de fondos Pdvsa, gracias a la ayuda de Krull, dijo a este periodista una fuente familiarizada con las investigaciones en Miami.

Julius Baer ha estado en el centro de importantes escándalos en el pasado. Investigadores norteamericanos encontraron que el banco fue usado en las redes de corrupción de la FIFA desde 2015. Tras llegar a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el banco pagó una multa de $547 millones y dos ejecutivos se declararon culpables de los delitos.

La segunda investigación criminal de importancia que implica a Julius Baer es es la participación de Matthias Krull en un esquema de corrupción de $1,200 millones de Pdvsa.

Krull fue detenido el 24 de julio de 2018 en el aeropuerto de Miami después de arribar en un viaje desde Europa. Fue acusado de participar en la conspiración para lavar cientos de millones de dólares sacados ilegalmente de Pdvsa, que también implicó a una docena de otras personas, entre funcionarios públicos y operadores financieros.

Paralelamente a la investigación en Estados Unidos, Finma abrió una investigación en Suiza contra Julius Baer en 2016, para establecer si la entidad bancaria fundada hace 129 en Zurich, violó regulaciones o no aplicó adecuadamente los reglamentos antilavado.

El activismo de Krull

El desencadenante de la extensión del procedimiento de Finma fue un informe interno que el banco entregó a Finma en septiembre pasado. En ese informe, Julius Baer había identificado más de 70 cuentas, que podrían ser afectadas por tres investigaciones criminales por corrupción y lavado de dinero en Pdvsa por parte de las autoridades de los EE. UU.

Según el informe, entre estas 70 relaciones bancarias hay un grupo de cuentas privadas propiedad de Krull y su esposa. En total, Julius Baer encontró más de 700 llamadas “cuentas vinculadas a Krull”, indicó el reporte. Se trata de cuentas que el ex empleado monitoreaba él mismo, o que pertenecían a clientes que él había traido al banco. Se estima que Krull trajo a Julius Baer más de 500 cuentas con depósitos superiores a los $500 millones durante el tiempo que trabajó para el banco en Venezuela primero y luego desde Panamá.

Adicionalmente, se encontraron más de 170 cuentas de clientes en Venezuela, que el banco reportó a la Oficina de Reporte de Lavado de Dinero en el transcurso de 2018, debido a transacciones sospechosas o al origen incierto del dinero de esas cuentas. Más de la mitad de estas 170 cuentas estaban conectadas a Krull. Esta gran cantidad de cuentas potencialmente afectadas por sus vínculos con Krull fue la razón por la cual Finma le pidió a Julius Baer un informe más detallado.

Cinco meses después de esa petición, el banco tiene en su poder los principales hallazgos de esta investigación en profundidad. Tanto Julius Baer como Finma han declinado comentar sobre los hallazgos. Lo único que se sabe es que Julius Baer no fue encontrado culpable de cometer delitos en el caso criminal de Pdvsa, de acuerdo a una fuente familiarizada con el caso, citada por NZZ.

Según la fuente, tampoco se conoce ninguna otra investigación de las autoridades estadounidenses en torno al banco. Presuntamente, Julius Baer no encontró evidencia de que Krull haya actuado en complicidad con funcionarios dentro del banco en Zurich, lo cual refuerza la tesis de que Krull actuó solo y usar el banco para las operaciones de lavado de fondos de Pdvsa.

Debilidades en el control

El caso ha puesto de relieve las debilidades de los controles regulatorios en el banco. Si el banco hubiera «gestionado apropiadamente su negocio, los casos como los de Krull tendrían que haber sido detectados más rápido», dijo a NZZ un banquero suizo que declinó identificarse.

Se espera que el informe de Finma sobre Julius Baer concluya este año y muestre que hubo debilidades en el monitoreo de empleados, clientes y transacciones por parte de los administradores de la entidad bancaria.

Eso ocurrió en el caso de Krull. Por ejemplo, Krull tenía una reputación en el banco de ser opositor del régimen venezolano, y sin embargo, asesoró a clientes con activos totales de entre $500 y $1,000 millones, entre ellos el empresario de medios Raúl Gorrín, identificado por blogs y medios venezolanos como una persona que construyó un imperio a través de mecanismos cuestionables. Nada de esto llamó la atención de sus superiores en el banco.

Señales de alarma

“¿Cómo fue eso posible? Durante esos años, Julius Baer monitoreaba a los clientes y sus transacciones principalmente por muestreo aleatorio. Y el responsable de esto fue primero el respectivo asesor de los clientes, que formaba la “primera línea de defensa”. No es necesario decir que este mecanismo falla cuando el banquero tiene intenciones criminales. Sin embargo, los inversores muy ricos, los clientes expuestos políticamente (PEP) y otros clientes de riesgo también fueron monitoreados especialmente. El hecho de que un cliente importante como Gorrín, que proviene de un país políticamente problemático, pudo permanecer con Julius Baer durante tanto tiempo, indica que también hubo problemas con la segunda línea de defensa, formada por los jefes de Krull, los oficiales de cumplimiento y la gerencia de entonces”, reportó NZZ.

En parte, sin embargo, estos superiores no habrían escuchado las alarmas, afirma un banquero consultado por NZZ. Con frecuencia, agregó el banquero, los oficiales de cumplimiento evitaron alarmar con sus preocupaciones al Comité Ejecutivo, cuya principal meta era hacer crecer las carteras de clientes.

“Bajo el entonces jefe de riesgos, el actual CEO de Julius Baer, Bernhard Hodler, las reglas de cumplimiento se habían formulado específicamente para los banqueros con clientes sensibles. Por ejemplo, no se permitió que se hicieran pagos comerciales a través de las cuentas. Pero estas pautas no fueron siempre seguidas, Indiscutiblemente, Krull permitió que la permanencia de Gorrín como cliente de Julius Baer durante mucho tiempo. De la misma forma, la institución no se distanció en 2018 de ciertos clientes delicados”.

 

 

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